Sombrero
Rojo: El rojo sugiere ira, (ver rojo), furia y emociones. El sombrero rojo da
el punto de vista emocional. Al ponernos este sombrero, tendremos la
oportunidad de decir en voz alta qué nos apasiona, qué nos inquieta o que dice
nuestra intuición al respecto de la información que tenemos. Asimismo, también
nos permitirá entender las emociones de los demás.
Sombrero
Verde: El verde es césped, vegetación y crecimiento fértil, abundante. El
sombrero verde indica creatividad e ideas nuevas. Es en este sombrero donde se
contiene el pensamiento lateral, ese que nos invita a ser provocativos y no tan
conservadores, a usar el movimiento novedoso antes que el juicio restrictivo.
Sombrero
Amarillo: El amarillo es alegre y positivo. El sombrero amarillo
es optimista y cubre la esperanza y el pensamiento positivo. Por lo que con
este sombrero, siempre siendo realistas, nos da un enfoque más optimista sobre
la realidad y nos anima a ver nuevos retos.
Sombrero
Negro: El negro es triste y negativo. El sombrero negro cubre los aspectos
negativos — por qué algo no se puede hacer. Representa lo lógico-negativo y nos
enseña a comprender por qué ciertas cosas pueden salir mal, no funcionar o no
acontecer de la forma que nosotros pensamos.
Sombrero
Blanco: El blanco es neutro y objetivo. El sombrero blanco se ocupa de hechos
objetivos y de cifras. Este enfoque nos permitirá no involucrarnos
emocionalmente ante una decisión y alejarnos.
Sombrero
Azul: El azul es frío, y es también el color del cielo, que está por encima de
todo. El sombrero azul se ocupa del control y la organización del proceso del
pensamiento. También del uso de los otros sombreros.
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